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HOLA, SOY EDGAR

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Mi camino hacia el despertar

Mi historia de crecimiento personal a través del deporte de competición

Hola a todos, soy Edgar Doménech Macías y a través de esta sección de la web les voy a contar mi historia personal.

En mi proceso de mi “camino hacia el despertar”, tuvo mucho que ver la experiencia vivida con el deporte de competición, en concreto el culturismo natural. 
En 2015, ganaba mi primer campeonato de España cómo culturista natural, fue un proceso duro, de sacrificio, pasión, dolor, sufrimiento y otra serie de adjetivos calificativos que tienen que ver con la extrema identificación con el cuerpo físico y que posteriormente me llevaría a encontrar el propósito de mi vida y el "para qué estoy aquí".  Pero antes de llegar a este punto de autoconocimiento a través del deporte, vayamos un poco más atrás en mi vida. 

1. MI HISTORIA PERSONAL

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Lo recuerdo como si fuera ayer... 
Tenía 12 años y había pasado todo el verano en el hospital tras un inicio de año en el que no paraba de tener gastroenteritis y nadie sabía porqué. Después de una fatídica noche de julio en la que me empecé a hinchar y me tuvieron que llevar a Urgencias médicas, finalmente me ingresaron porque el médico no lo veía claro, llamó al especialista del riñón, algo no iba bien, tenía la cara, las piernas, los tobillos más hinchados que un regimiento después de una boda y al final encontraron la causa del problema: un ''síndrome nefrotico''. 
Aquello sin que en ese momento lo supiera fue el inicio de una dura prueba y un cambio bestial en mi vida. Estuve tres semanas en el hospital en las que apenas podía orinar, me recetaron cortisona y a las tres semanas me desinflé, ya orinaba con normalidad pero con mucha espuma (el síndrome nefrótico hace que pierdas proteínas por la orina por lo cual debes comer más para no catabolizar) hasta ahí todo bien. 
Me enviaron a casa con las pastillas milagrosas diarias en las que se iría bajando la dosis, me retiraron completamente la sal, las bebidas con gas, el alcohol, el café, la Coca-Cola, etcétera. 
Por entonces estas cosas ni me preocupaban, la alimentación era cosa de mis padres, que sí tuvieron que preocuparse por hacerme platos aparte sin sal y vigilándome que no tomara Coca-Cola que por entonces me encantaba. 

Lo peor de todo fue cuando el médico me dijo que no podría hacer deporte sin que me viera más fatigado de lo normal y que no podría hacer entrenamientos de alta intensidad. Por aquel entonces solo jugaba al fútbol y me lo dejé, sintiendo un gran vacío en mí interior... 

La cortisona cada vez me daba más hambre hasta tal punto que llegué a pesar 90 kg, lo que no supimos, era si estaba en una recaída del síndrome o que no paraba de comer... y al final fueron ambas cosas.

Me volví a poner enfermo antes de acabar el año y en las navidades de 1995 llegué a pesar 90 kg de lo hinchado que tenía el cuerpo de la cortisona. Pero seguí luchando y me volví a poner mejor. 

Tres años pasaron entre recaída y mejoría, los médicos estaban preocupados porque mí caso era raro, los síndromes nefróticos se solían curar con la pubertad y yo cada vez tenía más recaídas e ingresos hospitalarios. 

La peor recaída que tuve fue una que hasta se me encharcó el pulmón de agua, no recuerdo ni porqué, sólo se que a parte de los fuertes dolores de riñón, no podía apenas respirar, hubo una noche que estuve tan mal que mis padres pensaron que iba a morir. Pero luché y no fue así, salí del hospital después de tres semanas de ingreso. Tengo el recuerdo que aquella vez se me olvidó hasta andar de tantas semanas en cama, me ponía de pié y no podía ni moverme deprisa, era como si se hubiera ralentizado el mundo.

Entonces me hicieron una biopsia renal para ver el alcance de la enfermedad, por suerte no estaba tan afectado como se pensaban, así que con un cambio de medicación de cortisona a deflazacort mejoré aún más.
Pasaron tres años y quise desafiar los límites que me habían establecido y a los 15 años me apunté a un gimnasio con la excusa de que las pesas no eran un ejercicio de alta intensidad que no pudiera hacer.

Con 15 años estaba muy delgado y sin musculatura y con 17 años ya empezaba a estar musculado y fuerte, sin duda las pesas eran un camino lento pero se iban viendo mejoras. También en ese mismo gimnasio, (el READY del barrio de Torrefiel de Valencia), me inicié en el FULL CONTACT con el gran JUAN LÓPEZ al que le debo mucho. 
El maestro fue tan motivador que pasé en las primeras clases a no poder hacer apenas 2 flexiones, a hacerme más de 200 por cada clase, más los combates, las combinaciones de técnicas de las clases, etcétera. Fueron tres años muy bonitos en mí vida (hasta tuve mí primera pareja sería, con la que estuve tan solo 8 meses).

Enfermé del riñón con 12 años, y los médicos me dijeron que jamás volvería a hacer deporte de alta intensidad. Sin embargo me ayudó a recuperarme una buena alimentación e iniciarme en las artes marciales y las pesas. 

Asimismo en las artes marciales encontraría al primer gran maestro espiritual y filósofo, llamado Bruce Lee. Su forma de pensar era muy radical para lo que estaba yo acostumbrado a ver en mi realidad. 

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"No vine a este mundo a vivir de acuerdo a tus expectativas, vine a este mundo a vivir de acuerdo con las mías"

(Bruce Lee).

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Bruce Lee me guió hacia Jiddu Krishnamurti, otro filósofo de pensamiento radical. Aquí empecé a aprender a discernir entre la realidad que nos quieren imponer y nuestra capacidad de volver a elegir quién queremos ser. 
 

"Podrás recorrer el mundo, pero tendrás que volver a ti"

(Jiddu Krishnamurti)

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Sostuve este pensamiento:

''Los médicos son muy cautos siempre, velan por nuestra salud y agradecemos tenerlos, pero no tienen la eterna verdad de las personas, la verdad siempre está dentro de ti. De lo que crees, creas''.

Con toda la motivación del deporte siempre apacigüé las malas épocas del síndrome nefrótico y cada vez eran menos frecuentes las recaídas, empezaron cada tres meses, luego cada 6 meses y luego ya iban de año en año.

Las pesas, las artes marciales y el empezar a comer bien sin duda mejoró mi salud. Con 18 años hasta ya se me empecé a tener un cuerpo físico fuerte y robusto producto de mi paz mental.

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Acerca de mí: Acerca de mí

2. SALIRSE DEL SISTEMA ESTABLECIDO

Te ayudo a sanar tus conflictos emocionales a través del coaching y la bioneuroemoción

Desde pequeño siempre fui una persona muy inquieta y muy deportista, siempre me había hecho muchas preguntas sobre el mundo y la sociedad no me daba esas respuestas. A través de mis experiencias de vida, pude ir dándome cuenta y empezar un proceso de autoconocimiento. Como amaba el mundo de las pesas me animé a probar la competición y estuve dos años compitiendo en culturismo natural.
En octubre del 2015 en gané mi primer campeonato de España de culturismo natural con la asociación AECN. Lejos de sentirme pleno, dichoso y contento, sentí un terrible vacío en mi interior. Me pregunté... ¿y ahora qué? ¿esto es el mundo un constante sufrimiento?
 

Siempre me había gustado el deporte sin saber de forma consciente el "para qué me gustaba tanto". Lo iba a descubrir en los acontecimientos y vivencias traumaticas que interpreté en mi adolescencia, ya qué hacían que fuera una persona que necesitaba canalizar el estrés con algún paliativo, en este caso siempre fue el correr y el levantamiento de pesas qué introduciría a los 17 años. Mis padres siempre se gritaban, y mi madre siempre desvalorizaba a mi padre diciendo frases lapidarias como:
- "Eres un debilucho, no eres capaz ni de discutir, ni levantar la voz y portarte cómo un hombre de verdad..."
- "No tienes sangre, tienes horchata en las venas..."

Aunque no lo sabía conscientemente quería ser más fuerte que mi padre, a mí ninguna mujer me iba a desvalorizar de esa forma, por esa causa, el deporte empezó a ser una forma de narcotizarme en mi mundo y ambiente emocional regido por la inconsciencia. Ese era mi destino al parecer, pero como dice Carl Gustav Jung :

                                "Si el inconsciente no lo haces consciente, dirigirá tu vida y lo llamarás destino"

Aunque en mi caso el inconsciente se iba a hacer consciente a través de esta historia.
Desde que empecé con el mundo de las pesas, resonaba en mi mente "tengo que hacerme más fuerte", una frase que hacía que mi inconsciente se tambaleara una y otra vez, pero que no lograba descifrar "para qué era" de forma consciente.

A mis 17 años, empiezo con las pesas coincidiendo con el divorcio de mis padres. Una ruptura emocional que llevaba años forjándose en el ambiente familiar, pero que se consumó cuando metieron a mi padre en la cárcel por una estafa a Hacienda y otras cosas que mi padre relegó en la sombra, y qué antes o después estaba destinado a relucir a la realidad del mundo dual, convirtiéndose en una historia familiar que iba a necesitar de una gran sanación del clan por parte de su línea descendiente.

A los 27 años, decido probar la experiencia de competición en culturismo natural, coincidiendo que mi padre sale de la cárcel. Sin saber porqué, alguna orden hipnótica se me activó y empecé a llevar el entrenamiento con pesas a un exceso. Entrenaba 7 días a la semana y así estuve más de un año entero hasta que gané el campeonato de España de culturismo natural en octubre del año 2015. Tras dos años de competiciones, el día que gané tuve sensaciones agridulces. Por un lado mi ego se infló de reconocimiento externo, por otro lado, sentí el vacío más profundo de mi vida... Ya había tanteado y conocido el maravilloso libro azul llamado "Un Curso de Milagros", pero tras la competición resonó muy fuerte en mi la lección 33: "Hay otra manera de ver el mundo" de Jorge Pellicer Moyá.

 

Como os he resumido en el inicio de la biografía, cuando tenía 12 años me diagnosticaron una enfermedad del riñón. En mi ambiente familiar siempre había habido mucho conflicto y todo ello derivo en esta patología del riñón. Entonces no lo supe, pero la enfermedad siempre viene como  consecuencia de que la mente no está en paz.

Empecé a buscar en mi interior, empecé a leer el Curso, neurociencia, psicología, filosofía y espiritualidad y conocí a Enric Corbera mediante un video de YouTube. Eso hizo que los siguientes años empezará una búsqueda interior que aún dura. Y eso fue lo que me llamó a hacer y completar el postgrado en Bioneuroemoción 4ª edición.

Gracias al Instituto, culminé la comprensión de para qué me había creado una identidad física forjada en los hierros de la sala de pesas. Mi inconsciente se fué durante toda mi vida a la otra polaridad de mi padre, para no ser ese hombre aparentemente "debilucho" y "sin sangre en la venas", por eso al volver de la cárcel mi padre, mi obsesión con el físico se fue a un exceso, para el inconsciente si volvía "el debilucho", yo tenía que ser más fuerte aún, a parte de la rabia inconsciente que sentía porque supuestamente "nos había abandonado".
Mi físico era el reflejo de mi estado mental y la identidad que me creía. Era el resultado de mis juicios y los juicios familiares aplicados a los hombres del clan. El padre de mi padre, también fue un hombre sin autoridad ninguna en casa. Y el padrastro de mi padre, era el otro extremo, un hombre violento, la otra polaridad que se juzgaba tanto.
Mi padre era y es inocente, estaba dominado por sus programas mentales y su herencia epigenética. Entonces lo comprendí y lo perdoné. Todo esto para mí fue muy revelador, por eso creo, siento y sé que tengo un pequeño grano de arena que aportar a toda la sociedad humana sanando sus conflictos emocionales y ayudandoles a alcanzar una mentalidad más fuerte, más comprensiva y más en paz.

 

- Edgar Doménech Macías
 

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Acerca de mí: Acerca de
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** Estudios de psicología, gestión emocional, neurología y espiritualidad:

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  • Curso Zen Nivel 1 y 2 en Centro "Luzzen" (Godella, Valencia) e ''Instituto de Salud Holistica'' (Barcelona).

  • Facilitador oficial de "Access Bars®."

  • Formación de Psicoterapeuta UCDM.

  • Máster en Coaching nutricional y sanitario (Instituto de las ciencias de la nutrición y la salud).  

  • Máster en Neurociencia terapéutica (Instituto de las ciencias de la nutrición y la salud). 

  • Certificado de la 4ª Edición del "Postgrado en Bioneuroemoción®." 

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Aquí nace mi objetivo de transformar a las personas mediante LA ESCUELA DE CONOCIMIENTO Y SABIDURÍA. Dónde siento que mi misión es empoderar, a todas aquellas personas que no se sienten bien en cualquier ámbito de su vida, mediante sesiones de charlas inspiradoras basadas en mi experiencia de vida y todas las herramientas que he ido aprendiendo.

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Formación

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